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27 ene 2010

La falacia de la libertad en el Neoliberalismo (libertad económica Vs libertinaje económico)

   Neoliberales; que confunden la "libertad económica" con el "libertinaje económico"...

   Así, el Neoliberal reivindica hasta la saciedad su "derecho a la libertad individual", y en ello pone todo su empeño olvidando casi al completo su "deber de compromiso hacia el otro".
Olvidando, precisamente, el mismo "deber compasivo" que a otros en el pasado les movió a hacerle a él un hombre libre en el presente. El espíritu de los Liberales/Ilustrados de hace tres siglos, que libraron al siervo del yugo del Monarca, la nobleza y la jerarquía eclesiástica, convirtiéndolo en ciudadano, en "hombre libre"; "libre", para interactuar con sus iguales en un intercambio subjetivo de "reconocimiento mutuo" que derivara en unas relaciones objetivas -sociales, políticas y económicas- equilibradas. Cuando Adam Smith elaboró su teoría del liberalismo económico, fundamentada en la premisa del "buen egoísta", como el ciudadano emprendedor que produciría una sociedad más equilibrada y próspera en un marco socio/político de libertad económica, no imaginó que esta "idealización" suya derivara, realmente, en el hecho experencial del "puñetero egoísta", como el ciudadano emprendedor que produciría una sociedad casi tan desiquilibrada como la del mercantilismo económico al que dicho liberalismo derrocó. Poniendo, finalmente, de manifiesto que la libertad económica al servicio de ciudadanos libres faltos de "compromiso social", deriva, realmente, en el "libertinaje económico" que da cobijo a aspectos insanos de la economía liberal, como lo son las burbujas inmobiliarias, las especulaciones, los préstamos usureros, la manipulación consumista, ... todos ellos, aspectos de la economía que, sutilmente, esclavizan, nuevamente, al hombre libre.

   Así, del mismo modo que el Marxismo mató la parte de nosotros que nos hace "diferentes", el Liberalismo hizo lo propio con la parte nuestra que nos reconoce como "iguales".

   Hablo de una igualdad, ya casi muerta, que nos fue entregada a todos a través de la institucionalización del movimiento Ilustrado; esto es, la Democracia. De esta manera, por medio del más elevado acto altruista que el Hombre pueda llevar a cabo, la igualdad nos fue regalada por aquéllos que conocían su verdadero significado. Pero ocurre que regalar "igualdad" al que no la siente es colocar a éste, que no la supo valorar, en una posición favorable que le permite generar más desigualdad a través de sus acciones. O dicho de otra manera, tratar como un igual a aquél que no valora esta acción, que no se maravilla ante este hecho y que lo acepta sin más fin que el del beneficio propio, desembocará en acciones de desigualdad de éste hacia los que le son ajenos. Por esto, no bastará con buscar la igualdad para todos desde las instituciones. Habremos, antes, de enseñar su verdadero significado; su significado Universal, que está más allá de uno mismo.
Y enseñar el significado Universal de la palabra no es hacer que la gente memorice su definición, sino conseguir que la palabra les brote desde dentro.
Porque la igualdad ha de ser para todos, efectivamente, pero cada cual ha de hacerla crecer desde dentro de sí. Y éste es el esfuerzo, el deber, de cada siervo que quiera convertirse en ciudadano, de cada operario que aspire a ser jefe, de cada obrero que sueñe con ser empresario,... para, de esta manera, desterrar, definitivamente, del sabio refranero español, expresiones como: “nunca sirvas a quien sirvió” o “si quieres saber como es Juanillo, dale un cargillo”.

   Y así es como la igualdad “regalada” derivó en el Neoliberalismo que la terminó matando. Y así es, dicho sea de paso, como las políticas sociales nunca llegan a ser realmente efectivas. A causa de esta igualdad que es ofrecida, desinteresadamente, desde fuera, desde las instituciones, y que, en la mayoría de los casos, no es sentida desde dentro por quienes la reciben.

6 comentarios:

  1. "O dicho de otra manera, tratar como un igual a aquél que no valora esta acción, que no se maravilla ante este hecho y que lo acepta sin más fin que el del beneficio propio, desembocará en acciones de desigualdad de éste hacia los que le son ajenos. Por esto, no bastará con buscar la igualdad para todos desde las instituciones, habremos antes de enseñar su verdadero significado; su significado Universal, que está más allá de uno mismo.
    Y enseñar el significado Universal de la palabra no es hacer que la gente memorice su definición, sino conseguir que la palabra brote desde lo más hondo."

    ¿Y cómo se hace eso de conseguir que la palabra brote del interior? ¿es posible? ¿o tendríamos que aceptar lo que hay hasta que evolucione?

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  2. Hola, Fran.
    Opino que "evolucionar" y "hacer que la palabra IGUALDAD brote desde lo más hondo" son la misma cosa; pero, ¿cómo hacer que la palabra brote del interior del individuo? o, lo que es lo mismo, ¿cómo hacer que el individuo evolucione? Realmente, no lo sé. Si lo supiera tendría la clave para cambiar el Mundo y sus cosas.
    Lo mío, al fin y al cabo, son tan sólo "reflexiones" no "soluciones". El que sea lo suficientemente valiente, atrevido y emprendedor que las busque. Dejo esta labor a aquellas grandes almas que son capaces de cambiar el Mundo.

    Y, pese a todo, me parece que más allá de lo aparente el Cosmos sigue su curso inexorable en el que no deja de ser en nigún momento la Plenitud que ya somos todos desde siempre y para siempre. Da igual que nos demos cuenta o que no; esto "siempre" es. Y "querer cambiar las cosas" y cambiarlas unas veces sí y otras no, tan sólo forma parte de este "juego Cósmico" en donde todo está siempre en su lugar... pese a que a nuestra "pequeña cabezita" le horrorize tal afirmación.

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  3. Entonces tenemos que hacer algo para conseguir algo? o no es necesario? ;-)

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  4. Hacer; no hacer. Actuar; no actuar. Pero, ¿quién puede dejar de hacer? ¿quién puede dejar de actuar? "Cuando tú no tienes intención de hacer, el Mundo se sigue haciendo y en este hacerse el Mundo te haces tú con él".
    Así, puesto que no podemos dejar de hacer, puesto que no podemos dejar de hacer al hacernos por el Mundo que todo lo hace, puesto que la acción es la esencia del Mundo que no para de hacer, sólo nos queda el "cómo hacer".

    Por esto, "¿tenemos que hacer algo para conseguir algo?" Tenemos que hacer algo porque no podemos dejar de hacer. Y puesto que no podemos dejar de actuar, entonces, ¿cómo actuar? ¿cómo hacer?. Hacer desde el centro y no desde la periferia es un buen hacer; hacer desde el centro creativo de la no-mente y no desde la preriferia de la mente que quiere sentirse reconocida haciendo "el bien". "Hacer en cada momento lo que natural y circunstancialmente ha de ser hecho". Realizar todo el interior potencial humano desde el espacio-tiempo que a cada uno le ha tocado vivir. Hacer desde la posición kármica que le es propia a cada uno; hacer sin que haya nadie haciendo. Dice un Kooan Zen, "¿quién es el protagonista cuando andas, cuando paras, cuando te sientas, cuando te levantas y vuelves a andar?" Conocer la respuesta a esta pregunta es conocer hacia lo que apunto. Es saber qué hacer en cada momento.

    Hacer sin hacer; hacer desde el centro y no desde la periferia. Ésta, me parece, es la mejor contribución que cada individuo que no aspire a ser presidente ni embajador de la ONU puede hacer al Universo entero.

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  5. Maravilloso y extraordinario lo que hemos estado haciendo y dejado de hacer con esta entrada tú y yo, y algo más allá de ti y de mi ;-)

    Muchísimas gracias por este diálogo.

    Un fuerte abrazo.

    FRan..

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  6. El agradecimiento también es mío.

    : )

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