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16 nov 2015

El lobo estepario

Hilos de plata recorren no sólo su cabeza, también su pecho. Están hechos con el paso del tiempo para brillar a la luz del sol y declarar que ahora es más bello. Al lobo estepario, amante del frío en el aire, le gusta rondar libre por los páramos de asfalto. Mirar las cosas bellas. Tratar con almas buenas. Dejar sus huellas. Correr, cada vez más rápido, y aullar, cada vez más alto. Correr y aullar; cada vez más rápido, cada vez más alto... más y más rápido y más y más alto! Hasta alcanzar su propio centro. Su centro de gravedad. Su real y absoluto centro hecho de gravedad. De gravedad que atrae, que unifica. La gravedad de lo hermoso, de lo verdadero y lo bueno. La gravedad del Amor. A través de la cual, como en un agujero negro, la luz de su conciencia se absorberá hasta reconocerse a sí mismo en el Universo entero; en el Infinito cero.

5 comentarios:

  1. Aunque el Lobo Polvorón fuera bendecido por los Dioses, libre de los grilletes del miedo, el deseo, del sufrimiento, e iluminara lo hermosos y bello adornado en hilos de plata ondeando en blando movimiento, seguiría siendo un Lobo, seguiría siendo un centro de esclavitud que se sueña siendo el mismo, el Universo entero.

    *Me gusta como escribes.

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  2. Tu comentario es bien recibido : )

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  3. Después de estos dos años, Al Lobo Estepario le sigue gustando rondar libre por los páramos de asfalto. Mirar las cosas bellas. Tratar con almas buenas. Dejar sus huellas. Correr, cada vez más rápido, y aullar, cada vez más alto.

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