Cada pensamiento egóico deja una semilla en la Consciencia a modo de “estado de ánimo” que germina si lo nutrimos con más pensamientos, quedando esta Consciencia velada. Estos pensamientos u objetos mentales pueden ser placenteros o hirientes; la mente gusta de ambos en igual modo para mantenerse activa y dominante, y así velar a la Consciencia.
Mente vs. Consciencia; ésta es la lucha que habrá de librar el Guerrero interior para conquistarse a sí mismo y conquistar, así, al Mundo, reencontrándose nuevamente con éste a través de la Realidad no filtrada por los objetos de su mente. La virtud o el vicio, la complaciencia o la vergüenza, los objetos de deseo o de rechazo, son como nubes blancas o grises que ocultan al Sol filtrando su Luz... la Luz de la Consciencia interior, que es experiencia directa del Mundo. Luz que muestra al “objeto en sí” o Noúmeno Kantiano, en lugar de a la proyección mental de la idea de éste sobre lo visto. Luz sin filtros; Luz de lucidez, de quietud en movimiento, de eficacia sin caprichos, de plenitud y unidad vacía de contenidos; nada tengo y todo cabe, de simplemente Ser y, ya sin objetos internos o externos, tan sólo callar por dentro y por fuera... rasgar la traslúcida tela que cubre al Mundo y que nada estropee este dulce encuentro.
“Un hombre puede conquistar diez mil hombres en batalla mientras otro hombre puede conquistarse sólo a sí mismo... sin embargo, éste último, es el que obtiene la mayor victoria” -Buda (Dhammapada)-
Ambas deben embarcarse en una lucha de la que no puede salir más que una. Un gran abrazo y excelente reflexión.
ResponderEliminarUn gran abrazo.
ResponderEliminarinteresante
ResponderEliminaraunque
discrepo
si cero es infinito!!!
salud
Bueno, al menos en el conjunto de los números enteros (Z) parece como si "infinito" si que fuera equivalente a "0". Esta sencilla igualdad lo expresa:
ResponderEliminar0=...-n-...-3-2-1+1+2+3+...+n+...=0
Se puede observar que el conjunto de los números enteros (Z) contiene infinitos elementos y que la suma de todos ellos es 0. De este modo podría decirse que este conjunto es infinito (por el número de elementos que lo componen) e igual a cero (porque todos los elementos que lo forman se anulan entre sí).
Así, desde este particular enfoque, el 0 no es la simple sucesión entre el -1 y el +1 en la serie ordenada de los números Z (1-0+1), sino la suma de su conjunto (..-2-1+1+2..=0). En realidad el cero, en el primer sentido dado (1-0+1), no tiene por qué establecerse exclusivamente entre -1 y +1. El cero, con este sentido, cabe entre cualquier par de números sin alterar el valor de la serie de números enteros (..-3-0-2-...+1+0+2..)
Dándole a esta idea, no se si atrevidamente por mi parte, un sentido ontológico, el 0 es nada en concreto y todo en potencia. Una especie de Vacío preñado de infinitas posibilidades. ¿Y qué es este Vacío que todo lo contiene en potencia, pero en el que nada aún se ha actualizado? ¿Existe un Vacío de estas características? ¿O éste es tan sólo una abstracción mental derivada de la sencilla igualdad expuesta más arriba?
... a pensar!!! O tal vez todo lo contrario, a dejar de hacerlo...
Salud : )
Queda poco por decir, que en la entrada sobre Mente Vs Conciencia...no este claro. Por eso, me dieron ganas de agregar con otras palabras lo mismo que vos decías, respecto al cero...
ResponderEliminarAbrazo, excelente blog!!!
Cito a Kovadloff: "El cero precede al uno, pero a condición de que esa precedencia sea concebida como la incógnita que impone la pregunta por el fundamento del uno. El cero es el enigma que envuelve la condición de posibilidad del uno; la nada que anida el misterio del origen y que, como tal, precede al Uno".
Interesante la cita de Kovadloff. Me agrada saber que hay alguien con el que comparto impresiones similares.
ResponderEliminarGracias por tu enriquecedora aportación. Un cordial saludo.