El resto del tiempo que nos queda será nuestro destino;
el Universo confabulando, creando su propia Historia.
Inevitable fin, en el que no somos más que partículas al viento.
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Lo que a continuación está escrito, lo que no lo está, lo que digo, lo que no digo, lo que hago y lo que no... son como polvo Zen que levanto en el Camino.
Y que el único predestinado es ese viento. Un gran abrazo.
ResponderEliminarOtro gran abrazo, Ignacio : )
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