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25 mar 2015

Saber más allá del entendimiento

   Cuando a través de la práctica continuada se revela el “continuo de conciencia que se es” desde siempre, éste se experimenta como presencia, apertura, claridad, vacuidad y serenidad despierta. Esta “conciencia ininterrumpida” conoce directamente; y sabe que conoce directamente porque no elabora, ni necesita elaborar, “discriminación mental” alguna, por sutil que sea, para aprehender el Mundo mientras lo percibe. Sabiendo, además, que antes de ello conocía la Realidad a través de un “yo” psicológico-histórico que la “interpretaba”; comprendiendo que este “yo” jamás tuvo acceso a la Realidad misma, sino a la explicación que de ésta daba. Una explicación/interpretación que, sin embargo, no es desechada, sino asentada sobre su propia base.

   ¿Cuál es su propia base? Déjese de elucubraciones para intentar comprenderla, pues allí donde hay reflexión ella no está. Tan sólo siga las instrucciones, practique y reconózcala usted mismo… Ahí donde el Hombre deja paso al Buda y el Universo se despierta está.

19 mar 2015

Interdependencia y vacuidad de la realidad fenoménica

    Ningún fenómeno que conceptualicemos en nuestra mente, ya sea externo o interno, es en y por sí mismo. Cada fenómeno que podamos definir, conceptualizar, delimitar mentalmente, en realidad es una interrelación de causas. Es decir, es derivado de una combinación, más o menos compleja, de múltiples causas y condicionado por éstas; y él mismo entra a formar parte de las múltiples causas de otros fenómenos. Es por esto, que los fenómenos carecen de consistencia propia, de autogénesis, de dependencia de sí mismos. Es por esto, que en el Budismo se dice que, en esencia, los fenómenos son vacíos. Porque la definición/delimitación y aparente autoconsistencia que se nos aparece de ellos en la mente cuando los pensamos, es sólo una construcción cognitiva que elabora nuestro cerebro y que no está realmente ahí.

5 mar 2015

Vacío

   El Vacío, al ser tal, carece de propiedades, de dimensiones.
Y es esta ausencia de propiedad, lo que le convierte en “incalificable”; y esta ausencia de dimensión, lo que le hace “incuantificable”.
El Innombrable; que al no tener ninguna propiedad, no se le puede aplicar ninguna categoría que pueda ser designada.
El Infinito y Eterno; que al no tener dimensiones, no puede ser medido.
Un Infinito, que no es la sucesión de un espacio sin fin, sino la ausencia del espacio mismo; la ausencia de la dimensión espacial. Una Eternidad, que no es la sucesión de un tiempo que no acaba, sino la misma ausencia de tiempo; la ausencia de la dimensión temporal.

   Vacío es lo que se revelará cuando esta mente se apague y este cuerpo se pudra… Vacío que es la potencialidad de todas las cosas; que es, por ello, el Todo sin partes; que es el Creador, de donde todo emana; que es Eseidad Pura; Conciencia Pura o Conciencia Búdica, Infinita y Eterna; mi verdadero Yo… Porque podemos “ser” ego o podemos, simplemente, “ser”, podemos “ser” parte o podemos “ser” todo, pero nunca podemos dejar de Ser. Ésta es la gran revelación de la experiencia Satori: que el no-Ser no existe, sólo el Ser existe. Y nunca dejó de hacerlo y nunca lo hará.

4 mar 2015

Vacío es forma, forma es Vacío (Sutra del Corazón)

El Vacío es nada en concreto y todo en potencia. Es la matriz preñada de todas las posibilidades. Es la potencialidad de todas las cosas; la preñez de la que todo emana. 
Cuando el Vacío se derrama en la forma, la preñez se torna en parto y todas las potencialidades se actualizan en una determinada combinación de cosas. El Vacío es, así, el Creador de donde surgen los eventos espacio-temporales y a donde vuelven una vez se extinguen. 
En el proceso de manifestación de los fenómenos emergiendo del Vacío no es posible cualquier combinación y tipo de eventos espacio-temporales, sino sólo aquellas combinaciones y tipos en que la totalidad de las interacciones entre estos eventos se anulan entre sí. De esta manera, el Sistema, antes de formarse el Universo y después de formarse éste, sería siempre igual a cero. Por tanto, el Cosmos, en su conjunto, también es Vacío; su energía total habría de ser igual a cero. De esta manera, Vacío es forma, forma es Vacío, como reza el sutra budista del Corazón.
Esta especie de regla fundamental, en donde no todas las combinaciones y formas de eventos espacio-temporales son posibles, sino sólo aquéllas que posibilitan un estado total del Sistemas/Universo igual a cero, que posibilita un Cosmos surgiendo espontáneamente de la Nada, habría de ser lo que nuestra mente racional interpreta como las leyes de la física y la química, que nos describen por qué el Universo es como es y fluctúa cómo fluctúa. 



Forma es Vacío; Vacío es forma: 

"0" (Vacío) es igual a "…-3-2-1+1+2+3+…" (forma). 


(0 = infinito-…-3-2-1+1+2+3+…+infinito = 0)

2 mar 2015

A tu paso por la vida prendiste una llama de amor que nunca se apagará

    Hay personas que al paso por la vida llenan su espacio de acciones desinteresadas repletas de entrega. Cuando nos abandonan, la inercia de sus actos generan una suerte de ola de amor que se hace tanto más intensa cuanto más repentina es su partida. Entonces, otros que son bañados por este impulso amoroso toman el testigo. Con la persona querida ya sólo en la memoria, impregnados del amor que sus obras irradiaron, continúan la labor. Así, la corriente de amor continúa. Pasando de una persona a otra o de una persona a otras, el flujo amoroso se dirije hacia el momento en que haya tantas corrientes de amor en el mundo que, enlazándose unas a otras, hagan de éste un espacio en el que el amor pese mucho más que el miedo y la Luz, finalmente, inunde la oscuridad.

   Madre, tú has formado parte de este proyecto y a tu paso por la vida has prendido una llama de amor que ya nunca se apagará.